Ali y Javi vinieron a la ciudad a pasar unos días. Probablemente son jóvenes y éste era de sus primeros viajes como pareja. No se les había pasado por la cabeza dejar un candado del amor en la plaza Mayor de Madrid pero al ver que otras personas ya lo habían hecho decidieron apuntarse a la moda. Se dieron un tierno beso tras cerrarlo y guardaron cada uno su llave. O quizás prefirieron tirarlas al Manzanares.
Esta pareja eligió Madrid pero si hubiesen visitado otra ciudad Europea no hubiese sido difícil que se les ocurriese la misma idea. La turistificación es un problema global por lo que esta romántica costumbre, que posiblemente empezó en el Puente de las Artes de París, se ha extendido hasta el punto que hoy por hoy encuentras candados en casi cualquier ciudad del mundo.
Antes de seguir reflexionando sobre la idea que tuvieron Ali y Javi te voy a dar algunos consejos para visitar Madrid por primera vez. Comienza por caminar por el Madrid de los Austrias, de hecho la rutita que propongo termina en la plaza Mayor. Si vas a pasar más tiempo en la ciudad te recomiendo ir al Escorial y al Valle de los Caídos.
Un primer vistazo a la plaza Mayor de Madrid
Son las 12 de la mañana de un sábado y tras hacer el Free Tour de Madrid me siento en un banco junto al candado de Ali y Javi y me pongo a divagar sobre cómo será esta pareja. Cerca de mí tengo a un grupo de amigos haciéndose fotos. A unos metros una chica sonriente levanta un paraguas mientras el grupo que guía la sigue diligentemente.
También pululan por la plaza personas que se tratan de buscar la vida de la forma más variopinta. Estatuas humanas, un King Kong y un Spiderman que buscan con ahínco la foto con el turista para así poder demandar unas monedas. También veo unas estructuras que simulan trajes de flamenca y de torero para que te hagas una foto 100% typical Spanish e inmigrantes que se buscan la vida vendiendo palos selfie, bolsos, zapatos, etc.
Los subsaharianos mantienen un actitud vigilante ante la segura llegada de la policía. Curioso juego del gato y el ratón que se traen a diario. Efectivamente no tardan en llegar dos agentes y los vendedores desaparecen durante unos minutos ante cierta indignación de los que podemos permanecer en la plaza.
Si cambiase el telón del fondo que forman la Casa de la Panadería, las farolas fernandinas y la estatua ecuestre de Felipe III -sin duda elementos madrileños- podría estar perfectamente en París, Venecia o Londres y el libreto apenas sufriría cambios. El resto de elemento que alcanzo a ver -con la excepción de las estructuras para las fotos con los trajes de flamenca y torero- también los hay delante de la Torre Eiffel, en la Plaza de San Marcos o en Trafalgar Square.
Toda esta parafernalia le quita totalmente el atractivo al lugar para los locales que hoy por hoy solo van a la plaza Mayor a comprarse un bocadillo de calamares. Posiblemente sucede lo mismo con muchos visitantes que tratarán de pasar allí el menor tiempo posible.
Buscando elementos característicos de Madrid
Continúo divagando sentado en mi banco y mi mente llega hasta mi abuela. Trabajó en una tienda de ropa al principio de la calle Gerona cuyo bajo alcanzo a ver desde donde me encuentro. Se llamaba Los Leones y cerró a finales de los años 70. Muchas veces me ha contado como iba a trabajar en el metro y que al salir la solía venir a buscar el abuelo para ir a dar un paseo o tomar un chato de vino en un bar cercano.
Poco a poco los negocios tradicionales han ido dejando paso a restaurantes caros, tiendas de souvenirs o productos que consuman los turistas, motor económico de la plaza Mayor y sus aledaños.
Me decido ver lo qué queda de esos antiguos negocios tradicionales rodeando toda la plaza por el interior de los soportales. En el lugar donde estaba la tienda de la abuela, ahora hay un restaurante. También encuentro dos tiendas de sombreros y una tienda de losas de porcelana que parece que han adaptado bien a los nuevos tiempos. Por último veo dos heroicas tiendas de filatelia y una juguetería que lo tienen más difícil.
El Bazar Arribas, una tienda centenaria
Me decido a entrar en el Bazar Arribas y Conchita, la mujer que lo atiende, me cuenta que es difícil resistir, y aun más desde el fin de los alquileres de renta antigua. Su abuelo abrió el Bazar Arribas en 1919 y ella representa a la tercera generación de la familia en el negocio. Comenzamos a hablar y me cuenta que el comercio tradicional está totalmente dejado a su suerte en tota la zona centro de Madrid.
Se ha visto obligada a vender souvenirs pero se niega a transformar del todo su negocio o a cerrar como ya han hecho las otras 6 jugueterías que había en la zona. Recuerda con nostalgia las largas colas en la noche de reyes y como ese día cerraban pasadas las 12 de la noche. Sus ventas ahora se focalizan en unas bonitas muñecas con trajes regionales de toda España y juguetes antiguos que afirma vender fundamentalmente a turistas.
¿Cuantos madrileños hacen uso de la plaza Mayor un sábado por la mañana?
¿Hasta que punto es un lugar olvidado por los madrileños? Salgo del Bazar Arribas con un objetivo claro: buscar madrileños utilizando la plaza Mayor. No parece haber muchos. Identifico a un jubilado que sale de una de las tiendas de filatelia y a un grupo de niños scouts que están jugando en un corro. También parece que algunos la cruzan rápidamente de lado a lado pero el 99% de las personas de las que estamos allí somos forasteros.
A la plaza Mayor de Madrid le falta vida cotidiana, normalidad, ninguna de las personas que hay allí parecen tener relación con el lugar y seguramente los madrileños hasta se comen el bocata de calamares en otro lugar. La plaza ha evolucionado mucho desde que en su interior se celebraban corridas de toros o ajusticiamientos con garrote vil. Tampoco se ven ya barquilleros ni violeteras y el balcón que Felipe IV mandó construir para su amante, la Calderona hoy solo sirve para ver la estampa descrita al inicio del post.
Este problema no es solo de la plaza Mayor sino que es general en mundo globalizado en el que vivimos. El candado del amor es un buen ejemplo para comprender hasta que punto se ofrecen productos similares en el centro de todas las grandes ciudades, creándose verdaderos guetos para turistas que los locales intentan evitar en la medida de lo posible.
Pienso que este tema de la turistificación se debe abordar más seriamente desde las administraciones públicas ya que no es un problema exclusivo de la plaza Mayor de Madrid ni mucho menos. El turismo es una gran fuente de ingresos pero en muchos casos está terminando con la propia identidad de las ciudades.
Por cierto, ¿seguirán juntos Ali y Javi o estarán deseando que el ayuntamiento decida retirar los candados?
Hola José
Hace poco estuve en esa misma locación, se me estremece el cuerpo pensando que, unos de los lugares que más me gusta de Madrid, es la Plaza Mayor, donde se inician muchas cosas, me gusta sentarme y mirar la vida pasar, mientras mi café se consume poco a poco, y tras cada sorbo, sentir cómo cada paso que alguien da delante de mí…
Un bonito relato. Por un instante pensé que dirías Ali y Víctor (al principio).
Un abrazo
Hola Bo.
La plaza Mayor es un lugar mágico. Es una pena que no conserve más carácter propio. Pero bueno tenemos que aprender a vivir con esto. El mundo globalizado también tiene sus ventajas…
Un abrazo
Bo, nosotros también pensamos que se refería a nosotros, jejeje.
Toma , Toma! Enhorabuena! Jajaja toma ahí. Veo que estabas muy inspirado! Cuánto me alegro! Chapeau! Ya verás… Esto va a fluir ahora, te han dado un chute de inspiración jajajaja … Me ha encantado de verdad! Un abrazo . Está genial, me gusta el enfoque y la crítica que haces, ahora que ya lo has publicado… Yo lo hice desde los ojos de un pan tradicional recien horneado y salido de la Panadería. Él era el protagonista narrador de la plaza Mayor, Felicidades Jose, un abrazo enorme!
Gracias Irene!!
Un pan recién horneado. jajajaja. Me parece también muy buena idea meterse en un personaje de esa forma. Lo añadiré a mi lista de ideas para próximas crónicas. La verdad es que estoy muy contento de haber ido y creo que efectivamente se va a notar a partir de ahora. Me encanta tu definición de que hace fluir las ideas…
Muchos ánimos con tus estudios y un besazo!!!
Hablamos de la plaza Mayor de MAdrid, pero también se podría aplicar al barrio gótico de Barcelona, un lugar por el que los locales no nos dejamos caer pese a los preciosos rincones que tiene, dónde los alquileres han subido y lo que antes eran mercerías son ahora tiendas de conveniencia 24 horas. El turismo se está globalizando pero corresponde a las autoridades proteger al local.
Toda la razón Sara. Mi ejemplo inicial iba a ser que cuando vivía en Barcelona pasaba meses sin pisar el gótico y sobre todo la Rambla. Pensándolo un poco más en el caso de la Rambla hacía como los madrileños en la plaza Mayor… Solo la cruzaba rápidamente si se interponía en mi camino.
Un besazo!!
¡Genial visión de la plaza Mayor de Madrid, con una buena crítica de trasfondo! Es muy cierto que los centros de las ciudades se amoldan a los turistas y a los visitantes fugaces y se vuelven hostiles a los lugareños que ya no nos apetece pasar por allí, no podemos disfrutar de nuestra ciudad. Justo acabo de volver de la preciosa Edimburgo y precisamente la queja que me decían los de allí es que «hay demasiados turistas y molestan». Por otro lado el motor económico de la zona… Supongo q lo bueno sería un término medio, turismo sí pero controlado…
Lo dicho, me ha gustado mucho tb que buscaras esa parte humana y además personal con la historia de la abuela. Seguro que este es el comienzo de grandes historias. Besotes
Gracias Patri. Estoy contento con el resultado, ya te contaré. Creo que a partir de ahora miraré de otra forma los sitios cuando llegue a visitarlos… Como digo en el post las administraciones debería empezar a plantearse más estos temas. En Barcelona ya lo están haciendo con los alojamientos. Solo se pueden abrir nuevos en la periferia. Creo que es un buen inicio porque si se instalan en barrios alejados también el turismo llegará a esas zonas, se dispersará y repartirá más el gasto. Pero deberían también tratar de limitar de alguna forma el flujo de turistas por ciertas zonas del centro de las grandes ciudades.
Un abrazo
Excelente entrada. Justamente en 3 meses más me voy a vivir a Madrid, para volverme una inmigrante más en la plaza. Escogí lanzarme a vivir el mundo especialmente por lo que escribiste, quiero vivir la experiencia de Europa y todo el mundo en verdad, antes de que ya este todo totalmente perdido en cuanto a la esencia. Te agradezco este punto de vista, sin duda sirve para agudizar aún más los sentidos y estar más atenta a los detalles.
Un gran abrazo
Madrid es muy castizo y tiene lugares encantadores en los que seguro que te sentirás como en casa. La plaza Mayor por desgracia está muy orientada al turismo pero aun así sigue siendo preciosa.
Un saludo
Me ha encantado tu visión de la Plaza Mayor. Yo recuerdo ir los veranos a Madrid y siempre había algún evento al que asistir.Pero ahora, como dices, todo se ha globalizado. Cuando voy a Málaga ya no reconozco el centro.
Le pones alma a tu Plaza Mayor
Un abrazo
Que ilusión me hace tu comentario Ana!! Me alegro de que te haya gustado el post.
Un besazo
Aiii, me he quedado con el corazón encogido, me ha entrado nostalgia. Me has hecho recordar mi infancia, pues mis padres tienen unos muy buenos amigos en Madrid e íbamos de visita todos los años.
La Plaza Mayor era mi sitio favorito y la verdad es que ya no es lo que era. Los negocios tradicionales, los que aportaban carisma a la plaza, ya no están y eso entristece como bien dices. Estamos en un mundo donde las prisas, la globalización y el turismo acapara todo. La vida rutinaria en las grandes urbes desaparece. Una pena…
¡Bonita reflexión! Saludos,
Hola Miryam.
Mucha con comentarios como el tuyo da gusta darle al teclado. Es un tema que llevo pensando desde que vivía en Barcelona con la Rambla y el Gotic y que esta vez por fin salió solo…
Un abrazo, hablamos pronto.
Que grande y que bonito es el Plaza Mayor con sus adoquines y que historia ha visto esos suelos!! Me gusteria visitarlo y dejar mis huellas pero no para vivir, escapo otra vez al mar de olivos de Jaen y paz!!
Si que es un lugar con mucha historia Rachel.
Un saludo
Lo que nos contáis es la eterna lacra del turismo. Por desgracia, un uso turístico descontrolado hace que parte de nuestras ciudades se conviertan en «escenarios» o «decorados», suben los precios y a ningún local se le ocurre poner un pie en ellos. Me pasa a mí con algunos lugares de Granada. Desde las instituciones es importante trabajar para evitar que ocurran este tipo de cosas.
¡Un gran post!
Hola Daniel.
Me alegra enormemente ver que en las instituciones se empieza a pensar en la forma de terminar con estos lugares. Yocreo que a la larga es beneficioso para todo el mundo.
Un saludo
Esta misma reflexión la hicimos nosotros en nuestro reciente viaje a Tailandia. Esta todo tan globalizado y tan masificado que hay lugares «únicos» que están perdiendo su esencia… Pero claro, todos queremos ver los mismos lugares, así que poca solución hay. 🙁
La Plaza Mayor es uno de nuestro lugares favoritos de Madrid y, aún visitándola como turistas, también hemos notado esa pérdida de locales tradicionales en favor de tiendas de souvenirs. Renovarse o morir. 🙁
Saludos!
Hola Dinkys
Pues yo no me quiero resignar a eso. Nosotros últimamente pasamos en esos lugares el tiempo justo para ver el monumento y nunca compramos nada en esas zonas, a excepción de las entradas. Es nuestro grano de arena para terminar con ese tipo de negocios para guiris.
Un saludo
Así todo me vuelve loca Madrid y eso que ha perdido todo su encanto castizo. Ahora para encontrar a un madrileño te las ves y te las deseas, pero como bien dices, es así la globalización, un encanto cambia por otro encanto.
Madrid me vuelve loca y la plaza Mayor más.
Un abrazo y buena reflexión
Carmen
Está claro que sigue siendo un lugar precioso, yo no digo lo contrario. Pero bueno, nos podemos deleitar aver la plaza Mayor y después perdernos por los bares de otro barrio.
Un saludo
Me ha fascinado esta forma de ver un gran icono de Madrid. Pero no solo este lugar ha cambiado. La mayoría de los lugares que reciben visitantes curiosos, o sea a nosotros los viajeros, lamentable cambian, en silencio y con dolor para los nostálgicos, su fisonomía pero no su ESENCIA.
Genial entrada.
Gracias.
Saludos Viajeros
Hola Lilian. Me alegro deque te haya gustado. La verdad es que me da un poco de pena como se han homogeneizado todos estos iconos turísticos de las grandes ciudades. Pero bueno es lo que nos queda… Un saludo
Me encanta Madrid, hay muchos cosas que hacer, la comida está super buena, y sobre todo hay muchos sitios donde salir de fiesta ! 😀