La Isla del Ogro es un encanto de lugar. No tengáis ningún miedo en visitarla que no hay ningún motivo en su interior para que os asustéis. La Isla Bilu Kyun, su verdadero nombre está situada en el Golfo de Martaban, cerca de Mawlamyine en la parte sudeste de Myanmar.
Es una Isla autosuficiente y de considerable tamaño. En su interior hay 64 aldeas comunicadas por rudimentarios caminos. Su población es de la Etnia Mon y aun no han perdido una cierta inocencia que les hace sorprenderse al ver europeos. Las señoras que nos prepararon la comida se colocaron a nuestro alrededor para ver curiosamente como comíamos lo que nos causo gran impresión.
Para visitar la Isla del Ogro debes tomar un ferry desde el puerto de Mawlamyine. Los tienes todos los días a las 9:45 y a las 10:45. Debes calcular el día para tomar el ferry que vuelve a las 15:30 porque es el último y los extranjeros no pueden pernoctar en la isla. Durante el tiempo que estés por allí te recomendamos negociar un precio por un tuc tuc para todo el día.
La excursión a la Isla del Ogro del Señor Antony
De todas formas lo mejor es que os apuntéis a ir con el Señor Antony del Breeze Guesthouse. Antonio, como nos dijo a nosotros que le llamásemos, cobra por la excursión 11.000 Kyats (11$), que es menos de lo que os gastaréis si vais por vuestra cuenta. Es un señor mayor con un punto de zumbado pero la verdad fue agradable pasar el día con él y sin ir con él no hubiésemos visto ni la cuarta parte de sitios que vimos.
El día que fuimos nosotros se montó un grupo de unas 2 personas y nos desplazamos en dos tuc tucs. En primer lugar nos llevó a ver los diferentes cultivos que hay en la isla (es eminentemente agraria como es de suponer) y nos explicó bastantes cosas sobre el Myanmar, incluso metiéndose un poco en política aunque sin mojarse como la mayoría de los birmanos. Después fuimos a bañarnos a un río donde estuvimos tranquilamente cerca de una hora.
Tras eso nos llevó a una comunidad de campesinos en donde nos pusieron un aperitivo y después nos dieron de comer. Nos trataron de una forma tan servicial que rondaba lo excesivo, como os hemos comentado las señoras miraban como comíamos y además les encantó cuando les pedimos que se hicieran fotos con nosotros.
Después de comer tocó la parte más comercial de la visita. Nada puede ser perfecto… Fuimos a ver como trabajan la madera y como hacen tejas en dos talleres. Eran tan rudimentarios y la gente tan agradable que la verdad no nos molestó. Incluso en el lugar de las tejas, usando una de ellas como pizarrín el señor Antony nos estuvo enseñando algunas palabras en birmano.
Al salir del taller de tejas unos niños se quedaron mirando para nosotros co caras de sorprendidos. No tardamos en empezar a hacerles tonterías y en ponernos a jugar y a hacernos fotos con ellos. La población de Myanmar es encantadora pero quizás en este sitio de la Isla del Ogro ha sido en donde hemos visto a gente menos acostumbrada a tratar con extranjeros y que todavía se sorprendía al ver nuestras pintas.
Tras las tejas fuimos a visitar la pagoda más importante de la isla. Está como la mayoría de las pagodas un poco en alto y desde allí había una gran vista de la Isla del Ogro. Incluso se veían parte del golfo y del continente ya que la Isla está muy cerca del mismo. Una vez visitada la pagoda nos fuimos a tomar el ferry para volver a Mawlamyine.
Como te hemos comentado nosotros no somos muy amigos de viajar en grupo. Pero en esta ocasión no nos arrepentimos en absoluto de haberlo hecho ya que de haber ido por nuestra cuenta nos hubiésemos gastado más dinero y seguro que no hubiésemos visto tantas cosas.
